Shakira es una artista genial. Siempre lo supe, eso se olfatea, se siente.
Después de trabajar como periodista, me introduje en el mundo de las Relaciones Públicas. Cuando trabajaba como jefe de prensa de Ricky Martin, empecé a observar el comportamiento de estrellas como Gloria Estefan, Jon Secada o Thalía, así como de visionarios como Emilio Estefan, Tommy Mottola o Angelo Medina.
Fue entonces que empezó a tomar fuerza el fenómeno Shakira.
Se convirtió en una figura urbana en Colombia. Todo a raíz de su producción Pies Descalzos. Con su potente voz trascendió fronteras y empezó a llamar la atención de los personajes clave de la industria discográfica.
Shakira, oriunda de Barranquilla, contó siempre con el respaldo de sus padres y hermanos, pero especialmente de su papá, de vocación artística, quien se encargó de cultivar y potencializar esa fuente de talento que ya era su hija. Con éxito, publicó varios álbumes que la hicieron destacar.
Y entonces nos conocimos e hicimos click.
Shakira es una joven dulce con sonrisa contagiosa.
Ya era todo un éxito en Colombia gracias a su exitosa Estoy Aquí, cuyo video fue producido por el cineasta colombiano Simon Brand en 1995. Después hizo mancuerna también con el argentino Gustavo Garzón, con quien grabó los videos de canciones como Pies Descalzos, Sueños Blancos, una de las interpretaciones que la catapultaron.
Shakira era soñadora y absurdamente creativa. Recuerdo una cena que le organicé en mi casa para darle la bienvenida a México y a la que acudieron personajes VIP, entre ellos la productora Carla Estrada. En esa época, íbamos a turistear guitarra en mano y hasta en algún bar de Coyoacán cantamos alguna canción. Ella disfrutaba cada instante, y escribía cada idea, cada estrofa, en la servilleta que tuviera a la mano.
Shakira era un volcán inagotable de talento. Me atrapó. Para entonces, Emilio Estefan me invitó a trabajar con él en la apertura de la gran división de talento latino de la que Shakira sería protagonista, tal y como ya había sucedido con Gloria Estefan y Ricky Martin.
Ya en Miami, Shakira evolucionó. Sin perder su esencia, apostó por las trenzas y los pantalones de cuero. Y enseguida, llegaron más éxitos, como Inevitable y Ojos Así. Fue en un viaje de promoción a Sudamérica cuando se aclaró el pelo. Luego lo pintó de rojo y acaparó la atención de todos. Y más aún con sus movimientos de cadera, que terminaron por enloquecer a sus fans.
Ya asentada en Miami, todo crecía a su alrededor, principalmente su éxito y el equipo a su alrededor.
Llegó el histórico MTV Unplugged. Shakira ensayó y ensayó: dio nueva vida a sus ya sonados éxitos.
Verla hoy es como celebrar la crónica de un éxito anunciado. Ella canta, compone y arregla.
La recuerdo hablando en portugués sin haber tomado clases y tampoco olvido una imagen posterior a su primera composición en inglés, junto a Gloria Estefan, momento en el que se comprometió a escribir por su cuenta todas sus canciones en inglés.
Y lo hizo, para Shakira no hay imposibles, y con el paso del tiempo, se ha logrado mantener vigente siguiendo su instinto de mujer y artista.
A la fecha, sigue amalgamando a la perfección su calidad como compositora con su potencia escénica. Shakira es irrepetible.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen a su autor y no a CNNMéxico.
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